¿Quién defiende lo que queda del IMAIP?
La imagen más importante de la democracia, aquella a la que recurren las instituciones, es la del ciudadano responsable y preocupado por el bien público.
Alain Touraine
Hace 10 días el Gobierno del Estado entregó al Congreso de Michoacán el Presupuesto de Egresos 2021 para su análisis, discusión y aprobación. Con un monto previsto de 75 mil 616 millones 545 mil 244, y un déficit de casi 7 mil millones de pesos, el Gobierno del Estado pretende hacer frente al que será uno de los años más complicados en términos de crecimiento económico, falta de empleo, desaceleración de la inversión y, muy posiblemente aún, con una crisis de salud ocasionada por la pandemia.
Consciente estoy que muchas son las áreas sensibles que merecen una atención prioritaria, pero así como con un cuadro clínico -hoy vale la analogía-, un buen médico debe destinar esfuerzos y recursos en contener los síntomas de una enfermedad, pero esencialmente, deberá erradicar el origen de la misma. En ese sentido estoy convencido que la corrupción y la impunidad son el origen de muchos, sino es que, de la inmensa mayoría, de los males que nos aquejan.
Luego, la propuesta de Presupuesto de Egresos 2021, si bien aumenta en general el presupuesto destinado al combate a la corrupción, es decir, la bolsa que suma las asignaciones presupuestales de los entes que integran el Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción, uno de los pilares del Sistema se ve profundamente mermado en sus capacidades. Nos referimos al Instituto Michoacano de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IMAIP), que de un presupuesto de $40,020,000.00 se reduce a $33,220,600.00, una merma que representa -16.99%.
Cabe señalar que durante este año 2020, el IMAIP es el Órgano Constitucionalmente Autónomo que menos presupuesto recibe, estuvo operando con solo 2 de sus 3 comisionados, lo que aparentemente permitió un ahorro a la institución, con una plantilla de 50 empleados promedio entre 2019 y 2020, sin duda alguna se verá obligada a realizar ajustes en sus prioridades y hacer más con menos y la propuesta remitida por el Ejecutivo no lo fortalece.
La reducción a tan importante órgano se buscará justificar con el hecho de que este año, el IMAIP debía adquirir un sistema de software especializado en Portabilidad de Datos Personales por un valor aproximado de $3,700,000.00, aunado a la posibilidad de adquirir otros bienes informáticos, sumando un monto total de $7,338,141.53. Lo cierto es que al día de hoy, y según el último informe financiero de la institución de fecha 21 de octubre de 2020, la licitación, adjudicación, adquisición y operación de los mencionados sistemas aún no se han realizado, lo que se ve difícil pueda ocurrir por las fechas en las que nos encontramos; suerte tendrá el IMAIP si logra cerrar el año cumpliendo con sus obligaciones laborales y fiscales, lo que difícilmente hubiera ocurrido si estuviera con su integración completa de los 3 comisionados, pues el gasto corriente habría aumentado.
Ante este panorama surgen varias preguntas. ¿Por qué el IMAIP no pudo realizar la mencionada licitación? ¿El monto señalado está disponible o se destinó a otros fines? ¿No merece el IMAIP mantener su presupuesto y seguir creciendo sus inversiones, por ende, sus capacidades? ¿La falta de cumplimiento en el ejercicio presupuestal está siendo castigada por la propuesta de Presupuesto 2021? Si es así, ¿No tiene el IMAIP nuevos proyectos de inversión que le permitan justificar el gasto para el próximo año?
Como si no fuera ya de si malo el panorama del IMAIP, el próximo 23 de diciembre culmina el período de otra de las Comisionadas, y si bien podrá permanecer en su cargo hasta que el Congreso del Estado nombre a quien deba sustituirla, la triste realidad de un Instituto que debería ser garante de un derecho humano como es el de acceso a la información, es que no es capaz de ejecutar sus proyectos de inversión, no defiende su presupuesto, está incompleto, y pareciera que a nadie le preocupa, ni al Ejecutivo ni a los diputados, y lamentablemente tampoco a los ciudadanos -sin agraviar a los presentes-… Eso sí, ya vendrán los tiempos de la repartición de espacios y los ojos de rapaces políticos, ávidos de colocar a sus cuadros en nuevos puestos, volverán a estar en una Institución que estaba llamada a realizar una noble labor.