Por mayoría calificada de 89 votos a favor y 23 en contra, el Senado de la República aprobó reformas a los artículos 108 y 111 de la Constitución en materia de fuero presidencial.
La bancada de Morena celebró las reformas argumentando que el fuero se había convertido en una “licencia para servirse”
La reforma amplía el abanico de delitos imputables al presidente de la República, además del delito de traición a la patria, se le suman hechos de corrupción, delitos electorales y aquellos por los que pueden ser juzgados los ciudadanos.
Por su parte, la bancada del PAN reprochó que el proceso para que el presidente sea juzgado puede resultar engorroso, y subrayó que los legisladores “no se convertirán en jurado”.
De acuerdo con las modificaciones, el titular del Ejecutivo Federal solo podrá ser acusado ante la Cámara de Senadores, la cual resolverá la responsabilidad correspondiente con base en la legislación penal aplicable.
Para la eliminación del fuero presidencial, la mayoría acordó con la oposición la aprobación de otra reforma para incluir a los legisladores federales dentro de los supuestos para poder ser juzgados por mismos delitos ampliados al Ejecutivo Federal; sin embargo, no se dieron garantías para su aprobación en San Lázaro.
El Decreto que elimina el fuero al Ejecutivo Federal se turnó a las legislaturas estatales para su trámite constitucional.